Foco de acción
El foco de acción es la base o punto de partida a través del cual se trabajará en base a un aspecto que se considere importante o necesario dentro del grupo de niños y niñas a partir del diagnóstico realizado. Esto tiene directa relación con la acción pedagógica (estrategias metodológicas y de mediación) y principalmente, con la organización del contenido y planificación de la cobertura curricular, pues mediante dicho foco, se pretende favorecer que los párvulos avancen hacia el siguiente nivel en el desarrollo cognitivo, social y emocional.
El proceso de alfabetización comienza desde el nacimiento y se va desarrollando a través del tiempo, gracias a las intervenciones que realizan los padres, madres o cuidadores cercanos y sus educadores. Sin embargo, y a pesar de la importancia que tiene el lenguaje como base de cualquier tipo de aprendizaje, es una de las categorías que con más frecuencia se observa deficitaria en los niños y niñas de educación parvularia en nuestro país (Díaz, C., 2006: 116). Sin embargo, para que los estudiantes logren interiorizar este proceso de una manera más formal, es substancial que las educadoras de párvulos y las familias estén conscientes de que para que esto pueda realizar, se necesita desarrollar la conciencia fonémica (Díaz, C., 2006), que se logra entre los cuatro y seis años de edad, y que es la capacidad para identificar los sonidos de las letras, la cual tiene distintas tareas: sonidos finales de las palabras, sonidos iniciales de las palabras, segmentación silábica, inversión de las sílabas, sonidos de las letras y síntesis fonémica, las que tienen un orden designado según su grado de complejidad (Karmiloff, 2001); a través de experiencias de aprendizajes acordes a las necesidades e intereses de los niños y niñas.
Es por ello, que de acuerdo a los datos recabados, se decidió en conjunto con mi equipo de colaboradoras, que el foco de acción de esta práctica profesional será el núcleo de “Iniciación a la lectura” del Ámbito II: Comunicación, específicamente en el desarrollo de los dos primeros niveles de la conciencia fonológica (Díaz, 2006), es decir, los sonidos finales e iniciales de las palabras. Esto, debido a que se observó que existen pocas experiencias relacionadas a esta categoría en la sala, ya que en el área de “Lenguaje”, existe en su mayoría material relacionado a “Grafomotricidad” o “Apresto”, por lo que en el período de Trabajo Personal, los niños y niñas no pueden practicar con otros implementos, explicando el logro de niños y niñas en esta categoría (55%, es decir, 14/27 de los niños y niñas).Para ello, y de acuerdo a lo acordado con la educadora, co-educadora y equipo directivo, se facilitarán 45 minutos de la jornada, una vez a la semana (aproximadamente once experiencias de aprendizaje), para poder desarrollar el foco de acción en el internado pedagógico
El proceso de alfabetización comienza desde el nacimiento y se va desarrollando a través del tiempo, gracias a las intervenciones que realizan los padres, madres o cuidadores cercanos y sus educadores. Sin embargo, y a pesar de la importancia que tiene el lenguaje como base de cualquier tipo de aprendizaje, es una de las categorías que con más frecuencia se observa deficitaria en los niños y niñas de educación parvularia en nuestro país (Díaz, C., 2006: 116). Sin embargo, para que los estudiantes logren interiorizar este proceso de una manera más formal, es substancial que las educadoras de párvulos y las familias estén conscientes de que para que esto pueda realizar, se necesita desarrollar la conciencia fonémica (Díaz, C., 2006), que se logra entre los cuatro y seis años de edad, y que es la capacidad para identificar los sonidos de las letras, la cual tiene distintas tareas: sonidos finales de las palabras, sonidos iniciales de las palabras, segmentación silábica, inversión de las sílabas, sonidos de las letras y síntesis fonémica, las que tienen un orden designado según su grado de complejidad (Karmiloff, 2001); a través de experiencias de aprendizajes acordes a las necesidades e intereses de los niños y niñas.
Es por ello, que de acuerdo a los datos recabados, se decidió en conjunto con mi equipo de colaboradoras, que el foco de acción de esta práctica profesional será el núcleo de “Iniciación a la lectura” del Ámbito II: Comunicación, específicamente en el desarrollo de los dos primeros niveles de la conciencia fonológica (Díaz, 2006), es decir, los sonidos finales e iniciales de las palabras. Esto, debido a que se observó que existen pocas experiencias relacionadas a esta categoría en la sala, ya que en el área de “Lenguaje”, existe en su mayoría material relacionado a “Grafomotricidad” o “Apresto”, por lo que en el período de Trabajo Personal, los niños y niñas no pueden practicar con otros implementos, explicando el logro de niños y niñas en esta categoría (55%, es decir, 14/27 de los niños y niñas).Para ello, y de acuerdo a lo acordado con la educadora, co-educadora y equipo directivo, se facilitarán 45 minutos de la jornada, una vez a la semana (aproximadamente once experiencias de aprendizaje), para poder desarrollar el foco de acción en el internado pedagógico